jueves, 15 de mayo de 2014

Twitter o muerte

Hace dos semanas,  una señora se sentía feliz mientras conducía su coche por una autopista de Pennsylvania. Ante la urgencia de comunicarlo a todos sus amigos, se hizo un selfie con este pie de foto: "Me siento feliz". Dos segundos después, el coche se estrelló contra una mediana, invadió el carril contrario y se estampó contra un camión. Ella murió en el acto.
Uno o dos meses antes, ya no lo recuerdo, en la plaza central de Kiev, una chica de diecinueve años asistía a los heridos rebeldes entre el fuego cruzado de los combatientes. Mientras corría de un lado para otro, informaba en su Twitter de todo lo que estaba viendo. Era su modo de dar testimonio. De pronto, una bala le rozó la sien. Antes de perder el conocimiento, pudo escribir: "Me muero". No se murió, por suerte.
Me pregunto ahora qué nos impulsa a escribir a cada rato de lo que sucede. Aunque nadie pretenda la  inmortalidad, como los escritores de la época Guttemberg, seguramente todo responde a algo tan poético como el deseo imposible de perpetuar el instante. Pero es eso: un deseo imposible. Eso nos cuentan la desgraciada historia de la señora de Facebook o la chica ucraniana de Twitter.  Sólo que, cuando el testimonio puede servir a otros, esas palabras tienen una grandeza especial. ¿Qué pensó, qué pensó la ucraniana en ese segundo tremendo en que escribió su propia muerte?

5 comentarios:

  1. No les veo yo la poesía a los fb y tw, y ya lo siento. Veo no más la vana gloria de que cualquier ocurrencia o imagen nuestra la puedan conocer en cualquier parte del mundo, una vía de escape a la insoportable levedad del ser.

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    1. No digo que sean necesariamente poesía, amigo Sergio, sino que responden a un impulso que también está en la poesía, lo cual se explica por que esta no está tan lejana a las preocupaciones de la gente más común: tratar de que "eso" que nos acaba de suceder, no se lo lleve el olvido, sino que se refleje en nuestras palabras. Otra cosa es la altura o la calidad de lo que escribimos. Aunque, por cierto, también hay gente (poca, ya lo sé) que se expresa con enorme talento en las redes sociales.

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  2. Ya te entiendo, pero me sigue pareciendo que aunque uno, para salvar un instante, haga una foto con el móvil, cuando da el paso de colgarla ya obedece a otra motivación, que tiene más que ver con el exhibicionismo. No en el caso de la chica ucraniana, eso seguro, pero en la mayoría de los casos... Y no digamos en mensajes de texto del tipo "cenando con mis padres en el Vivaldi". Tela. Pero hablo por intuición, mí no tener tw ni fb.

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  3. También hay poesía malísima, del tipo "sueño con tus amores de colores". Pero,bueno, lo mejor de esta conversación es que he descubierto tu estupendo blog y que a partir de ahora lo voy a seguir. ¡Gracias!

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  4. Lo mismo digo, tienes un inquilino más. saludos

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