viernes, 2 de noviembre de 2012

Contra los blogs


Alguien me comentaba que todo eso de las redes sociales le parecía un monstruoso homenaje a la vanidad de cada uno. “Es como si toda la gente pensara que tiene algo interesante que decir y todos se pusieran de acuerdo para contarlo”. Mi amigo es pudoroso con su propio yo y entiendo sus razones. Y, aunque él no se refirió  a los blogs, bien pudo incluirlos en el mismo saco. ¿Narcisismo del blog? Según.
El blog te obliga a pensar tu día a día como una aventura, algo digno de ser contado. No tienes porqué hablar de ti, sino de que a tu alrededor, como a cualquier ser humano, suceden cosas que valen la pena. Por eso no somos nosotros quienes, con nuestra vida de súper estrellas hacemos interesante el blog, sino con nuestra una forma de mirar. En el blog la noticia es el yo, pero a ese yo hay que darle volumen y movimiento con palabras que valgan la pena.

6 comentarios:

  1. Eso es lo complicado: "con palabras que valgan la pena".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por eso me cuesta tanto últimamente escribir en el blog...

      Eliminar
  2. Vanidad si acaso la de los comentaristas, que somos capaces de pasar por todos los trámites que te pone ahora Google (que si cuenta, que si kapchka) para hacernos notar ahí.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bendita vanidad que le hace a uno sentirse acompañado.

      Eliminar
  3. Estoy muy de acuerdo con su amigo.

    Hay que notar, de todos modos, que el bloguero experimentado (¿es vanidad el decirlo?) tiene un trato especial con su propia vanidad. No exagera la gravedad de la misma como cuando recién la descubrió. Porque sabe que darle excesiva importancia es la mejor forma de caer preso de ella, perdiendo el combate casi como contra una tentación.

    ¿Viste esas tentaciones de las que te dicen: “no exageres su importancia porque estarás pensando siempre en ello y volverás a caer”? Bueno, en forma parecida creo que pasa con la vanidad. Cuando uno teme pecar de vanidoso e intenta evitarlo haciendo aclaraciones, puede caer otra vez en la vanidad.

    Por ejemplo, si uno cree que algo que escribió es de poco valor, no siempre hace falta decirlo. Porque al decir: “esto en realidad es muy poco valioso”, lo que estaría implicitamente diciendo es: “Uds. pueden pensar que esto que escribí es genial, pero yo les digo que no, que es algo muy poco valioso”.

    Bah, ahora que lo pienso es como una falsa modestia...

    La vanidad es también “mirá lo que sé, mirá lo que leí”, pero de eso el blogger aprende. Y descubre que, junto a esa vanidad que la que trata de curarse, está el sincero: “Mirá esto que descubrí, es genial”.

    Cuando entré en Facebook, después de varias dudas, me dije que qué bueno haber tenido antes ocho años de blog entrenando la vanidad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Juan Ignacio: la vanidad de cada uno muere un día después de nuestro cuerpo. Pero se puede combatir escuchando a los otros, leyendo los comentarios de otros que muchas veces dan más en el clavo que uno mismo...

      Eliminar