Hace ocho años M. andaba, como siempre, trajinando por la casa (normal), pero por una vez prestó atención a lo que ponían en la tele (extraordinario). Estaban con la elección del Papa, el futuro Benedicto XVI. Como no podía perder tiempo, mandó a un emisario, L. (cinco años en aquel entonces), a que le contara quién iba a ser el elegido. Al poco rato, el niño llegó corriendo hasta ella y, con los ojos muy abiertos, le informó:
-¡¡¡El nuevo Papa se llama Habemus!!!
Bueno, pues eso: Habemus de nuevo. Todos los Papas son distintos, pero todos son iguales.
Y, entre las singularidades de éste, es argentino y le gusta Leopoldo Marechal. Para empezar, muy bien...
Pero según El Mundo es un "reconocido aficionado al fútbol y declarado seguidor del club San Lorenzo de Almagro". Ya veo a mi J. diciendo "¡Lo ves, papá!".
ResponderEliminarUn saludo desde estas nevadas tierras.
El fútbol no es un invento del diablo, te lo aseguro, subcomodoro. Por lo demás, te devuelvo los saludos nevados. Aquí también ha amanecido blanco...
EliminarDiabólico (del todo) no, pero excita las pasiones, nubla el juicio, altera la objetividad. Yo lo calificaría de imperfeccioncilla a vigilar. En lo del blanco no me cuentes, aquí llevamos 3 días con 15 cms y sigue cayendo...
EliminarQué dato te di, ¿eh?
ResponderEliminarApúntate cien.
Eliminar¡Na! ¿Denserio le gusta Leopoldo (el joven)?
ResponderEliminarLa pista me la dio Mae. Pero puedes mirar en google juntando los apellidos del Papa y LM. Por ejemplo: http://www.clarin.com/opinion/Milagro-argentino-peronista-San-Pedro_0_882511889.html
EliminarYa tengo tema para cuando lo vaya a ver...
ResponderEliminarGenial lo de Habemus, digo.
ResponderEliminar(Y tenemos el mismo título de entrada).