martes, 15 de septiembre de 2009

Súper héroes


Últimamente me dicen algunos amigos que estoy escribiendo muchos microrrelatos con héroes clásicos. Como tienen razón y no quiero ser demasiado repetitivo, me ha dado por escribir sobre los mitos del mundo actual. El problema es que, por mucho que me esfuerce, me salen unos héroes de chirigota. No sé si es por el prestigio de lo clásico o porque el mundo de hoy se ríe de la excelencia. Bueno, ahí va esto y que sea lo que Dios quiera:

Durante la gran crisis financiera de 2008, los superhéroes sufrieron serios problemas de manutención. Después de cada batalla contra los supervillanos, sus vestidos quedaban hechos una pena por culpa de las manchas de sangre y los desgarrones, pero, como la ropa había subido un 20 %, no podían permitirse renovar el vestuario. Lo mismo podía decirse del problema de la cesta de la compra, que, en algunos casos como el de Hulk, alcanzaba tintes dramáticos. Entonces, como siempre que llegaban los verdaderos apuros, Superman encontró la solución. Una luminosa mañana de agosto, apareció rompiendo los aires con una nueva insignia en el pecho: en vez de la caduca eSe de Superman, lucía otra mucho más poderosa: la S del Banco de Santander.
Es bien sabido que los superhéroes son naturalmente conservadores, por lo que la innovación no sentó nada bien al principio. Pero cierta tormentosa noche que presagiaba terribles combates, Batman salió de su supercoche con un anuncio de Coca Cola impreso en la capa. “Siempre serás un segundón”, le retaba Superman, mientras entre los dos le pegaban sopapos a un bicho feísimo que había surgido del fondo de la tierra. Visto el éxito, el ejemplo cundió: el escudo del Capitán América, el martillo de Thor, la malla de Spiderman… todos lucían el patrocinio salvador de alguna benéfica empresa que subvencionaba la guerra contra el Mal.

1 comentario:

  1. ¿Cuál es el superhéroe más caro para publicitar?
    En principio sería Superman, tiene fama de ser el más famoso.
    Pero Hulk, teniendo más barato el espacio, necesita mucha reposición y resulta más costoso.
    (Chiste repetido).

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