lunes, 8 de noviembre de 2010

Zapeos del fin de semana

De puro aburrimiento el sábado por la noche, descubrimos mis hijos mayores y yo un canal de televisión rusa en inglés. Para practicar un poco, nos quedamos a escuchar y, para mi sorpresa, nos tragamos un documental sobre la liberación de Praga a cargo de las tropas rusas durante el año 45. Salen viejos combatientes y agradecidos ciudadanos praguenses, todavía más viejos. La propaganda dura casi treinta minutos y luego anuncian un reportaje sobre la conquista de Berlín. Qué raro, al parecer, se les olvidan las diversiones de los soldados soviéticos, el saqueo, las matanzas y, sobre todo, la Primavera de Praga, me digo. Pero lo cierto es que me he parado a verlo porque estaba en inglés, lo que me hace pensar que Rusia sigue siendo un país con vocación imperial o, mejor, que ellos tratan de dar su imagen internacional, discutible o no, pero la suya. También Francia tiene un canal en inglés, por cierto. No estaría mal que cundiera el ejemplo para España.
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Este sábado, nuestro presidente ha sentido un súbito amor por las tropas españolas en Afganistán y, como los grandes estadistas, ha hecho un viaje sorpresa para verlas. Entretanto, Pepe Montilla, president de la Generalitat, recibe a Benedicto XVI al pie de la escalerilla del avión: todo por la patria... catalana.
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M. vuelve desolada de comprar el pan. En la cola ha visto unos periódicos que hablan de la visita del Papa y se le ha ocurrido comentar en voz alta su alegría por la noticia. Enseguida la señora de delante se ha vuelto hecha una Furia: "¿Pero usted está a favor de la visita de ese hombre?". Enseguida, un silencio y, a la carga: "¡Con los problemas de paro que tiene España! ¿Sabe usted lo que nos cuesta a todos?"", etc. El chorreo ha durado un rato con insultos personales incluidos ("¡Parece mentira que usted piense así!"). Al final la señora tenía un sofoco tal que le faltaba el aire para pedir el pan. Llevaba un periódico bajo el brazo. Supongo que allí saldría eso de "Miembros del gobierno manifiestan su sorpresa por las alusiones del Papa al ambiente en España durante los años treinta".

14 comentarios:

  1. La alusión del Papa me parece francamente desafortunada. La sugerencia que parece contener de que, al menos desde su punto de vista, vivimos en un ambiente de preguerra civil no sólo es un disparate: es algo muchísimo peor, y más lamentable. Por citar a Jaime Gil de Biedma (que, naturalmente, hablaba del ambiente de la verdadera preguerra civil, la de los años 30), "toxicidad demagógica químicamente pura". Ésas barbaridades pueden complacer a algunos; a quienes aspiramos a convivir en paz con todos, religiosos o no religiosos, de derechas y de izquierdas, nos producen pena.

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  2. Respuesta no cristiana: "Ay, sí, señora, a mi me parece bien, mucho peor lo gasta Ud. en tantas pavadas que compra".

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  3. Lección 1 - Mira más el canal internacional español para ver (otra vez) a Inmanol Arias y su familia sobreviviendo al franquismo.
    Lección 2 - Enseña a M. a callarse en público sus ideas. Que a ella le alegre la visita del Papa ofende a muchos ciudadanos. Que vivimos en democracia, mujer, cállate.
    Lección 3 - Selecciona los comentarios y aquellos que no tengan un mínimo de inteligencia no los publiques. Que vivimos en democracia, hombre, censura lo que quieras.

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  4. Gracias por disentir, marinero. Juan Ignacio: un amigo, en plan de guasa, me dijo que lo que tenía que haber hecho mi mujer es pagarle el pan... y un periódico muy de derechas (La gaceta) a la señora.

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  5. Gracias por las gracias. No todo el mundo acepta el disentimiento con tan discreta elegancia; mejor nos iría a todos, en ese sentido, si hubiera más gente como tú. Gracias.

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  6. Un par de apostillas, admirado Javier:
    1)es indiscutible que desde la proclamación (irregular) de la Segunda República se desencadenó en España una oleada de laicismo radical y anticlericalismo.
    2)no es menos indiscutible que desde que una intrigante conjunción de bombas y votos llevó al poder a ZP ha comenzado otra oleada de laicismo radical y anticlericalismo.
    3)lo que Benedicto XVI dijo es exactamente que "en España ha nacido una laicidad, un anticlericalismo, un secularismo fuerte y agresivo como lo vimos precisamente en los años treinta". Hay que leer los textos originales y no sus versiones periodísticas, hoy y aquí no siempre desinteresadas.
    4)cada uno es libre de manipular a su gusto las palabras y el pensamiento del Papa, pero lo cierto es que no dijo que el laicismo y el anticlericalismo actuales fuesen iguales a los de los años 30.
    4)el Actual Papa, por su condición de tal y por su particular formación intelectual, está más a salvo de decir disparates que cualquier particular que opina en un blog de internet.
    5)lo único que me gusta del comentario de Marinero es eso de que la situación de España en los años 30 era de preguerra. No se suele pensar así desde esa ladera, sino más bien que aquello era un paraíso de libertad, paz, progreso y cultura.
    y 6) siempre que alguien me dice que aspira a convivir en paz, "religiosos y no religiosos",etc., me veo obligado a preguntarle:¿Convivir cómo? ¿Guardándonos los creyentes nuestras creencias en nuestro domicilio particular?

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  7. Anónimo, cuidadínnn!!! Que te van a hacer un agujero democrático en todo el fistro!!!

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  8. En respuesta al anónimo que me cita, le recomiendo la lectura del artículo de Fernando Savater publicado en EL PAÍS el pasado día 10, y cuyo título es "¿Hasta cuándo?"; mi escaso conocimiento de temas informáticos no me permite copiar aquí el enlace, como sería mi deseo. En él verá (en un tono algo más airado e irónico del que yo emplearía) la respuesta a su pregunta: los creyentes tienen todo el derecho a practicar sus creencias, pero no a imponerlas a quien no las comparte. Dígase lo mismo de los no creyentes: el Estado está para que convivamos todos, no para que el Vaticano, o quien sea, decida de acuerdo a qué principios religiosos debemos actuar todos, los compartamos o no.

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  9. Te lo dije pecadorrrrr!!!!
    (Pido perdón por el pitorreo)

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  10. Gran autoridad la que este desventurado anónimo reconoce al sr. Savater; y diario "El país" de gran confianza para él, sobre todo en asuntos pontificios, ¡ja, ja, ja! Yo le recomiendo a ud., sr. marinero, que lea a Balmes, Nocedal, Aparisi y Guijarro, Vázquez de Mella, Vicente Manterola, Menéndez Pelayo y "El Pensamiento Español", a ver qué pasa.
    Pero hombre, ¿quién impone hoy sus crencias a quién? ¿Obliga el Papa a la gente a ir a Misa los domingos? ¿Azotan los curas a los adúlteros? ¿No está ocurriendo más bien exactamente lo contrario? ¿No obligan a niños de 10 años a aprender cómo se usa el preservativo y cómo se practica "correctamente" la sodomía? ¿no pretenden que médicos y enfermeros católicos provoquen abortos por cc...s?
    Si es muy sencillito, hombre: el que quiera hacer caso del Papa, que lo haga; el que no, a otra cosa y en paz. Pero a los cristianos no pueden exigirnos que lo seamos solo en nuestro fuero interno, porque el cristianismo resulta que no es un asunto de fuero interno, sino de la vida completa de las personas, privada y pública. Y si la democracia no puede tolerarlo, lo siento por ella.
    Además, estábamos hablando de la frase del Papa sobre este nuevo laicismo y anticlericalismo. no enrede las cosas metiendo en medio otros asuntos.
    Mauricio, tranquilo, que uno tiene el finstro blindado.

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  11. El tema da para largas discusiones, imposibles aquí por razones de espacio -y de no convertir lo que es un foro público en lugar de intercambio de opiniones excesivamente personalizadas. Pero el Papa, y la Iglesia católica (española; otras no son así), en general, tienden a reclamar una vida pública demasiado hecha a la medida de sus convicciones, o conveniencias, particulares. Cuando dicen, por ejemplo, que el matrimonio "de toda la vida" está siendo objeto de persecución, o al menos de limitación, olvidan, supongo que interesadamente, que a nadie se le impide libremente casarse al modo tradicional sólo porque también se permita (civilmente, of course) el matrimonio entre personas del mismo sexo. Lo contrario es tanto como afirmar que el acceso a la educación, digamos, de quienes antes no podían acceder a ella por falta de medios, es por sí mismo una persecución a aquellos que antes eran los únicos en gozar de sus beneficios. Son los homosexuales, no los heterosexuales, quienes han estado largamente perseguidos, y todavía encuentran multitud de problemas sólo por serlo. Respecto a la educación que puede darse a los niños, y que mi contradictor encuentra persecutoria de sus propias convicciones, recuerdo que toda educación puede en efecto discutirse; pero que la proporcionada por la Iglesia católica tiene no pocas cosas, algunas sumamente graves, de que acusarse. Y que no parece que la impunidad con que ha venido actuando hasta ahora mismo en muy graves terrenos le produzca la misma incomodidad. Yo, que no tengo hijos, desde luego preferiría uno instruido, incluso prematuramente, en el uso del preservativo, que uno sometido a afectos demasiado íntimos (digamos) por parte de un sacerdote, y tenazmente ocultado ese hecho por parte de toda una jerarquía. Temo que, en este asunto, mi anónimo contradictor tiene para los asuntos pontificios (ja, ja, ja, por citarle a él mismo) una vara de medir muy diferente que para los otros. Mala cosa, si es así.

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  12. Ah, por cierto: supongo que la condición de "desventurado" que me atribuye mi contradictor se deberá al hecho de que no comparto sus opiniones (al menos, no da ninguna otra razón). Grave desventura, en efecto, no comulgar, como debiera, con la Única Verdad. Limitado que es uno, qué le vamos a hacer.

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  13. En efecto, si ya "el tema da para largas discusiones, imposibles aquí", para cuántas más darán todos los temas que ud. ha echado en revoltijo sobre la mesa.¡Demasiadas manzanas para mi humilde cesto! Sólo aclararé que con lo de "desventurado anónimo" me refería a mí mismo, no al Sr. Marinero. Y que, desde luego, es una gran pena no comulgar (hasta, y sobre todo, en el sentido más literal)con la Única Verdad, que es Jesucristo.

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