domingo, 2 de enero de 2011

¿Parecidos razonables?

Acabo de cerrar la tercera y última parte de la brillante Biografía del poder de Enrique Krauze, historia del México de los últimos dos siglos a través de sus gobernantes. Del capítulo dedicado a Luis Echeverría, infausto presidente que desgobernó el país entre 1970 y 1976, he sacado un buen puñado de citas que, no sé por qué, me resultaron familiares. Adivina, adivinanza, ¿a qué político español se le parece?

 1) "Sus cuatro antecesores en el sistema político habían tenido experiencia en uno o varios de los ámbitos siguientes: política local y estatal, poder legislativo estatal y federal, poder judicial, puestos académicos, práctica profesional del derecho, negocios, oratoria (....). Aquel hombre de pequeños ojos inquisitivos desconocía todos esos ámbitos pero era un experto consumado en su propio ámbito, la política maniobrera".

2) "Con el tiempo, el presidente enviaría a su ministro de Relaciones Exteriores para arreglar el conflicto entre árabes e israelíes, intentaría encabezar a los países del Tercer Mundo, dictaría una Carta de los Deberes y Derechos Económicos de los Estados (...) y, como broche de oro, anunció que al término de su presidencia estaría a disposición de los Estados miembros de las Naciones Unidas que expresasen su deseo de confiarle el cargo de secretario general".

3) "Si había dinero, había que gastarlo y, si no lo había, había que imprimirlo o pedirlo prestado".

4) "Ortiz Mena [prestigioso ministro de Economia en anteriores gobiernos] recordaba las inútiles clases de economía que le había impartido a Echeverría.. "No le entraba"; no por casualidad había suspendido la asignatura de derecho mercantil".

5) "Chequera en mano (literalmente) el presidente viajaba repartiendo dinero, promesas de dinero, o iniciando proyectos de redención campesina que se pagarían solos".

6) "Se fletaban costosas comitivas para regañar a media humanidad, leyéndoles la cartilla de sus deberes económicos, cuándo ésa era precisamente la media humanidad invitada oficialmente a prestarnos dinero".

7) "Se produjeron infinitos casos ridículos como la amenazante exigencia de Echeverría a los directivos de Coca Cola para que le cedieran la fórmula de su refresco, o la ocurrencia genial de convocar un concurso para que los mexicanos inventaran un cochecito eléctrico que sustituyera a los coches convencionales movidos por gasolina".

8) "Echeverría predicaba la crítica, la autocrítica y el diálogo, pero no estaba constituido física ni mentalmente para el diálogo, sino para el monólogo; no para conversar sino para predicar".

Por último, después de su mandato, México tardaría más de una década en recuperarse económicamente.

4 comentarios:

  1. Era Secretario de Interior cuando la balacera de Tlatelolco y al llegar a Presidencia pidió a la ONU la expulsión de España por ajustarles las cuentas a unos terroristas, que no eran aún especie protegida salvo para Amnistía Internacional.

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  2. Sí, lo recuerdo bien, aunque yo era un niño entonces. Un personaje cínico como pocos. Fue, por lo que parece, la mano negra de la matanza de Tlatelolco y luego, al llegar a presidente, tuvo la desvergüenza de ir de izquierdista de toda la vida...

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