martes, 14 de enero de 2014

Taxista en Buenos Aires

Vuelvo al blog después de mes y medio... ¿por dónde empezar? Por lo más fácil. En el blog la noticia es el yo, así que repaso lo que he ido haciendo en este tiempo y veo que sería curioso contar algunas cosas sobre mi último viaje, antes de Navidades, al Río de la Plata.

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El taxista que me llevó del aeropuerto de Ezeiza al aeroparque Jorge Newberry. Los taxistas en Buenos Aires son un género literario, y este no fue una excepción:
-Le cuento: yo, por decirlo pronto y mal, soy de familia humilde. Mi esposa es docente. Ella gana tres mil doscientos pesos y enseña en una escuela para gente grande. El gobierno le paga a esa gente dos mil pesos sólo por ir a sus clases. Y le dicen a mi esposa que la plata no les alcanza pero que les firme la asistencia, aunque no vayan, porque igual no van a poder venir. Pero ella se pone dura y no, les dice, chicos, ustedes van a venir porque, si no vienen, yo no les firmo ¿Vio usted cómo es este país? (En ese momento pasamos al lado de una iglesia y el hombre se santigua) Y los problemas son los políticos. Yo pude ser político. Tengo un amigo desde que éramos chicos, Y siempre me dijo: "Marcelo, tenés que hacerte político, venite conmigo". Y yo le digo: "Gordo, no puedo, no me va". ¿Y sabe usted por qué? Pude hacerlo, pero nada vale como que mis hijos (19 y 15 años) y yo podamos pasear tarnquilos por el barrio y que la gente nos salude. Mi amigo tiene casa con pileta, y un campo, y de todo, pero, cuando vuelve al barrio, tiene que venir a comer a mi casa por la noche. No quiere que lo vea la gente por la calle, porque, si lo descubren,  lo matan. Fue intendente. Hizo cosas en su momento, cosas feas, y ahora no lo perdonan. Mi amigo es del partido radical, porque no le dejaron presentarse por el peronismo. (Nos paramos en un semáforo de la 9 de julio. Otro silencio y una chica pasa abrazada a su novio) ¿Vio, señor? ¿A que son lindas son las argentinas?

2 comentarios:

  1. Pues aprovecho el primer comentario del año para felicitarte a tí y los tuyos y que sea fecundo en entradas blogueras. Continúa deleitándonos. Un abrazo desde estas lejanas y nubladas tierras. F.

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