jueves, 6 de febrero de 2014

A quien madruga...

Como todas las mañanas de domingo de los últimos treinta y siete años, don Epilobio Calvo se despierta para hacer  un zumo de naranja a su señora. Le gusta madrugar y desayunar tranquilito en la cocina. Mientras exprime las frutas, descubre a Victoria Beckham que lo está mirando con ojos de pantera.  A don Epilobio casi le da un soponcio pero es cierto: allí está, la mismísima Victoria, en medio de la cocina, en apretadísimo traje de baño y con un látigo en la mano. Antes de que los dos digan nada, la tía hace chasquear el látigo contra el piso.
-Pero oiga, oiga, ¿qué hace usted?, salga de aquí o llamo a la policía, dice don Epilobio que no sabe inglés.
Ni caso. La intrusa no le entiende porque, abriendo mucho sus ojos de felina, vuelve a dar otro latigazo y se le acerca muy despacio. Epilobio se va arrimando a la pared y, sin darle la espalda, sale pitando hacia la puerta. A Victoria de pronto no le importa, porque se empieza a beber el zumo.
Hecho una pena de los nervios, Epi llama de inmediato al 092.
-¡Policía! Hay una chica en mi casa que me está amenazando con un látigo!
-¿Cómo dice que se llama?
-Epilobio Calvo, para servirle.
-No, la chica.
-¡Yo qué sé! ¿Y qué importa! Vengan rápido, parece peligrosa. Es una loca, seguro.
-Tranquilo. Está usted soñando. Lo mejor que puede hacer es volverse a la cama y dejar de soñar. Ella no está.
-¿Qué dice? No estoy loco, le digo...
-Ella no está ya. Hágame caso: somos la policía y lo sabemos todo.
Epi cuelga el teléfono. ¿Y si es verdad? ¿Y si estuviera soñando? ¿Pero qué intenciones tendría la chica? Se asoma a la cocina y ya no está. Ni rastro. Ha sido un sueño, seguro. Vuelve al dormitorio y se mete en la cama. Estoy soñando, se dice. A su lado está durmiendo su señora. ¿Y la policia también sería parte del sueño? Da igual. Está soñando. Poco a poco se duerme.
Aguanta una hora en la cama hasta que se reanima. Ya no se acuerda de nada. Como todas las mañanas de domingo de los últimos treinta y siete años, don Epilobio Calvo se despierta para hacer  un zumo de naranja a su señora. Le gusta madrugar...

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5 comentarios:

  1. ¡Ey! ¡Nuestro amigo Epilobio!!! Lo mejor es la parte en que Victoria B. se toma el zumo :)

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    1. Je, gran tipo don Epilobio. Tengo que pensar qué hace cuando descubre la segunda vez que alguien se ha bebido el zumo...

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  2. ...don Epilobio Calvo se despierta para hacer un zumo de naranja a su señora y ¡no quedan naranjas! Le gustaba madrugar.

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  3. ¿cuantas visitas tiene su blog?

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    1. No lo sé realmente... hace un año y medio o así, iba cerca de las cien mil visitas, pero de pronto el contador desapareció y no me he molestado en reponerlo...

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