sábado, 11 de julio de 2009

Novelas policíacas

En verano me gusta leer novelas policiacas. Será tal vez porque es una época de nostalgias. De pequeño me daba atracones de lectura con las aburridísimas aventuras de los cinco, de los siete secretos, los tres investigadores y los cien mil hijos de san Luis. Luego, en la adolescencia, me acabé los libros de Agatha Christie que había en casa. Y ya en la carrera abandoné esa afición porque entonces había que ser muy estudioso y muy pedante. Ahora, desde hace algunos años, retomo estas lecturas, aun a sabiendas de que casi siempre me terminan decepcionando al final, incluso las mejores. Pero entretanto disfruto porque seguramente el género, en sus mejores momentos, esconde el arte puro de entretener con un relato. Además, puestos a ponerse trascendentes, Crimen y castigo y Edipo rey fueron historias policiales.
Soy todavía un aficionadillo, pero en los últimos días se me ocurrió este esquema para clasificar a los autores policiales que he ido leyendo:

Clase alta: P.D. James, Hammett, Raymond Chandler, Chesterton, Bustos Domecq (o sea, Borges y Bioy Casares juntos)
Clase media alta: Simenon (es buenísimo, pero lo meto aquí porque sus muchísimas novelas se parecen demasiado unas a otras), Wilkie Collins
Clase media alta con aspiraciones pero sólo-llega-hasta-ahí: Ross Mac Donald, Fred Vargas
Clase media: Agatha Christie, Petros Márkaris, Batya Gur, Sue Grafton, Alicia Giménez Barlett, James Hadley Chase, Donna Leon, Andrea Camilleri, William Irish, Henning Mankell, y un etc. larguísimo. Aquí habría que distinguir entre la honrada clase media (Márkaris, vgr.), los imitamonos (Hadley Chase) y los pretenciosos (Giménez Barlett)
Clase media baja rural: Francisco García Pavón
Clase media baja con aspiraciones de clase alta: Vázquez Montalbán (caspa y esnobismo a partes iguales)
Clase media baja orgullosa de serlo: James Cain
Clase baja bajuna: Jim Thompson
Marginal irredimible: Patricia Highsmith

Por último: que nadie me pregunte por Stieg Larsson porque no lo he leído.

8 comentarios:

  1. Clase media, Ana Có. Tiene el mérito histórico de haber puesto las bases del género (bases que se han ido actualizando), pero me parece que hoy en día es sólo (y nada menos) que un "histórico" pero un poco "arqueológico". Y, por cierto, me falta Chesterton, al que, en cambio, lo subo a la clase alta ahora mismo.

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  2. Hola, Javier, echo en falta a Craig Russell, Ian Rankin, Bernhard Schlink (la serie de Selb), Tony Hillerman y a John Le Carré, siempre minusvalorado. En cuanto a Mankell, ¿clase media?? La quinta mujer, Asesinos sin rostro y La falsa pista, al menos, son buenísimas. Recomiendo a sus "padres" literarios, como él los denomina, autores de El policía que ríe. Arnaldur Indridason, islandés (La mujer de verde) se está haciendo también un hueco en la policíaca. P.D. James: clase media baja para mí. Conan Doyle tenía que haberse dedicado a lo que mejor se le daba: los cuentos de terror, y haber asesinado a Holmes en la cuna.
    Me extraña que incluyas a William Irish, no lo considero policíaco, sino de terror cotidiano.
    Un saludo,
    María.

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  3. Me ha parecido muy divertida y novedosa tu clasificación

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  4. Lo primero que tengo que hacer es pedir disculpas, porque no he puesto vuestos comentarios antes. He estado desconectado varios días... disculpad. María: tomo nota de algunos nombres que no conozco, como Indridason: mil gracias. Soy un aficionadillo, con diminutivo, así que bienvenidas las recomendaciones. Siento no compartir el entusiasmo por Mankell. He leído justamente esas tres que mencionas y ya no seguí. ¿Por qué no me entusiasma? Bien, no es que esté mal (en la clase media he metido a gente que no me gusta nada, como Gimñénez Barlett, y otros que sí), pero me parece que no consigue interesarme por la intriga policial (se sabe todo desde el principio: el asesino, el móvil...), el retrato psicológico de Walander termina cansándome y la crónica social de Suecia, también.Justamente lo contrario de James. Es verdad que sus finales son a veces muy traídos por lo pelos, pero es que ella no pretende hacer algo realista (como sí Mankell). Tiene una visión lúdica, en la línea inglesa, que me agrada, junto a reflexiones sobre la mentalidad actual y retratos de personajes, para mí, más sutiles. William Irish: se considera policial en bastantes antologías. Entra en una categoría, la del suspense, en la que también se ha clasificado a Higsmith, por cierto. Y hablo de clasificaciones serias, no como la mía.
    Por último: ,me alegro de que te haya gustrado mi clasificación, Alice Silver. Por lo que veo, eres una erudita del género.

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  5. Bueno, más que erudita me gusta mucho el género y estoy aprovechando para sistematizar a la vez que voy leyendo y descubriendo nuevos autores... me apunto de los tuyos a William Irish, que no había oído mencionar.

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  6. Hay gente que no he puesto, Alice, y, por ejemplo, ahora recuerdo al argentino Guillermo Martínez (no sé si lo has leído), sobre todo La muerte lenta de Luciana B. Esa te la recomiendo también...

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  7. Pues no lo conozco tampoco. Me lo apunto. Gracias

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