miércoles, 26 de mayo de 2010

Conversaciones de adultos

De golpe, nada más terminar el huevo frito con patatas, L. nos preguntó muy serio cómo se reproducían los elefantes. Su hermano menor, T. , se quedó desconcertado y preguntó a su vez qué significaba "reproducir". Menos mal que estaban allí los experimentados once años de N., quien respondió que se reproducían de la misma manera que las gallinas, o sea, que en lugar de que viene el gallo y ¡plaf!, viene un elefante macho y, ¡pumba!, se sube encima. Y yo, mientras su madre contenía la risa y retiraba los platos, daba gracias a Dios de que no estuviesen los hermanos mayores y nos estropeasen una conversación de naturalidad tan adulta.

6 comentarios:

  1. Delicioso.. pagaría por haber estado presente.

    Un abrazo

    David

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  2. Javier, esta es la primera vez que entro en tu blog. He leido otras entradas y me ha gustado tu tono y lo que cuentas como lo de hoy. La verdad es que el tema de la semilla da bastante juego y los niños tienen una visión muy natural al respecto y tú has sabido reflejarlo. Pasaré por aqui de vez en cuando. Un saludo.

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  3. ¡Supremo! N. la tiene clara. Ha de estar en ese momento justo antes de echarse a perder transformándose en un adolescente.

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  4. David: cualquier día puedes venir a ver las conversaciones in situ. Estás invitado. Blimunda: qué agradable contar con una nueva lectora. Yo ya he paseado por tu blog y veo cosas que me resultan familiares (nunca mejor dicho); Juan Ignacio: cuánta razón tienes (ay).

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  5. Realmente momentos de calidez empalagosa que valen la pena saborear, .....lego crecen.

    Cariños

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  6. Firmo los comentarios de Talytyl y Juan Ignacio. Los elefantes se reproducen ¡por esporas, naturalmente!
    Un abrazo,

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