De pronto compruebo que los cuatro autores que estoy leyendo son mujeres (Muriel Spark, Isak Dinesen, Rosa Sala Rose y Rocío Arana). Quizá el hecho en sí no me hubiera llamado la atención en otro tiempo, pero las opiniones dominantes siempre me han pesado si me pongo a divagar. Hoy se valoran las cuotas femeninas como un signo de excelencia para todo.
A mí, en cambio, me salen otras reflexiones para explicarme la proporción: una, que las mujeres escriben más y se editan más obras de ellas que antes, por lo que la posibilidades de leer libros escritos por ellas es matemáticamente superior; dos, que, a la hora de elegir, me importa un pimiento morrón el sexo (sí, el sexo, no el género) de los autores, porque llevo varias días sin darme cuenta de nada; y tres, que en literatura uno encuentra -o descubre- palabras, mundos, ideas o historias que eran suyos en las obras de otros, en este caso, mujeres. Por lo que hay otras cosas en el cielo y la tierra de la literatura que ni tú, querida Bibiana, ni tu feminismo pueden comprender.
Está bien la precisión "sexo, no género", Javier. Don Arturo Pérez Reverte lleva tiempo embarcado en una campaña, seguramente inútil, en la que trata de explicarles a los políticos la diferencia, pero no acaban de entenderla. Otra cosa, Bibiana... sale en las pelis de Almodóvar ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo,
Gracias, Víctor... sí, es verdad, creo recordar que hay una Bibiana A. en las pelis de Almodóvar. Igual luego se ha dedicado a la política, no sé.
ResponderEliminarA ver, respetemos las cuotas. La cuota para meterse con Bibiana acabó hace mucho tiempo.
ResponderEliminarPues a mí el sexo no me es indiferente. En la literatura hecha por mujeres, cuando es buena, noto una voz con mucho atractivo.
ResponderEliminarA mí tampoco me resulta indiferente el sexo, Enrique. Lo que yo quería decir es que podemos encontrar afinidades, ese yo que encontramos en el texto escrito por otro, sin necesidad de recurrir a la diferencia sexual. O dicho de otro modo, que me siento más próximo a la ironía -no sé si femenina- de una Isak Dinesen que al humor cuartelero de un machote como Pérez Reverte. O sea, que hay otras cosas aparte de ser hombre o mujer, y lo señalo porque hoy en día me parece que mucha gente tiende a pensar todo en relación con la pertenencia sexual.
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