miércoles, 19 de octubre de 2011

Tres motivos para escribir cuanto antes



Creo que a estas alturas de octubre tengo, por lo menos, tres motivos para escribir una entrada cuanto antes.
1) Primero: He estado fuera. En Buenos Aires y Montevideo, dos ciudades tan lejanas y tan próximas al mismo tiempo. Y en las dos, siempre que voy, me siento en casa. Buenos Aires, cálida y bullanguera, con esa mezcla tragicómica de refinamiento y horterada. Al cruzar la avenida nueve de julio, un cartel gigantesco, existencial y gruñón, con la foto de Ernesto Sábato, cubre una fachada de siete pisos. Y si uno mira para el lado de la calle Corrientes, otro mural igual de esplendoroso con cuatro tías despelotadas que no dan la impresión de utilizar el cerebro ni para ir al baño. Pongamos que uno sigue por Corrientes: se apunta al desfile de teatros, tiendas de discos y librerías estupendas (algunas sucísimas). No es raro que de pronto a uno le golpee en los ojos ese espectáculo insólito: "Borges para pibes". Pobres pibes.
Montevideo, con su grisura y su vida a medias, es algo distinto. No encandila a la primera (ni a la segunda, dirá más de uno), pero, poco a poco, se le va tomando cariño a esas veredas que parecen bombardeadas por biplanos de la primera guerra mundial. Y la gente es tranquila, entrañable. Esta vez me conseguí una bicicleta para pasear por los veintitantos kilómetros de paseo marítimo (Rambla le llaman los montevideanos). Cuando  perdí de vista la ciudad, la playa era idéntica a la de Cortadura, en Cádiz. Rafael Alberti decía que se iba a Uruguay de vez en cuando para escapar de la policía de Perón en Argentina, pero eso era cuento chino, seguro: lo que de verdad le pasaba es que  las playas uruguayas eran un retorno vivo a sus arenales de El Puerto de Santa María. 
2) Segundo motivo para escribir antes de que se acabe el día: como me descuide, se me muere el blog. ¿Por qué tanto silencio de pronto?, se preguntará alguno, pero sobre todo me lo pregunto yo. Seguramente es porque estoy trabajando mucho, metido como estoy con un proyecto muy interesante. No me llega el tiempo ni para pasearme un ratito por el blog. 
3) Y último motivo: Ayer fue mi cumpleaños. He observado que a muchos blogueros les gusta decir cuando es su cumpleaños para que les feliciten. Bueno, yo no voy a ser menos, aunque llego tarde, ya lo sé. Pero esa es la manera de que me felicite quien le dé la gana,¿no?


11 comentarios:

  1. 1) Como te dijo Enrique García Maíquez en ocasión similar: ¡qué envidia!

    2) Gracias por volver.

    3) Felicidades.

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  2. Felicidades!! Qué buen día para regresar!
    Gracias, también por la descripción de esas dos ciudades tan lejanas.

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  3. Muchísimas gracias a todos, qué más puedo decir... ah, sí, una cosa más: AnaCó, enhorabuena por tu nuevo blog.

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  4. Bueno, sabes que no es peyorativo, Mae, sino todo lo contrario...

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  5. A mes y medio de distancia, desearte felicidades
    Nunca es tarde si la dicha es buena¡

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  6. Da igual, Miriam... ¡Muchísimas gracias!

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