Mientras le daba vueltas a los comentarios de la entrada anterior, leo
esta otra de un blog que no por casualidad se llama
Bienvenidos a la fiesta. Ahí vienen en mi rescate Dickens y Chesterton nada menos. Y sobre todo estas palabras:
La felicidad no es un estado sino una crisis, la felicidad está en una vigilia con un límite definido en la que la hora llega o no llega, y el ejemplo más claro es el nacimiento de un niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario