martes, 28 de agosto de 2012

Oh, mundo

Mi casa me desprecia. Me insultan los amigos.
Trabajo sin descanso. Escribo necedades.
Me rechazan los libros los tardos editores.
Humillan a mi Dios. Lo crucifican.
Persiguen a su Iglesia como lobos hambrientos.
Mi existencia es estéril. Nada tiene sentido.
Oh, vida, cómo dueles. Oh, tiempo inexpugnable.
Oh, amor insoportable como el fuego.

Mis instrumentos de trabajo son el asombro y los días.
¡Oh, mundo cruel, qué suerte haber nacido!


El último poemario de Jaime García-Máiquez se abre con este poema que da título al libro. Cada vez que lo leo me gusta más. Me gusta ese ritmo cortado y creciente del principio, y me gusta todavía más ese verso ("Mis instrumentos de trabajo son el asombro y los días") que irrumpe de golpe tras el espacio en blanco y que es una declaración de principios sobre el arte y la misma vida. Gracias a él, se entiende la última sorpresa, la vuelta de tuerca de dar gracias por haber nacido.

3 comentarios:

  1. Supongo que es del libro Oh mundo. Sabes como se puede conseguir?

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  2. Me parece, Varenka, que lo más fácil será pedirlo a la editorial Númenor (vía internet). No sé si en Amazon estará...

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  3. Gracias, ya había buscado en su página, pero no aparece el libro por ningún lado (ni con el buscador). Les he dejado un mensaje.

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