martes, 7 de diciembre de 2010

Ajedrez

Estoy jugando al ajedrez con la Señora Muerte a la orilla del mar. Hemos cambiado las reglas. Cada vez que Ella o yo tocamos una pieza del contrario, la arrojamos tranquilamente al océano. Al cabo de cinco minutos quedan sólo su Rey y el mío.
-Oiga, le pregunto.- Cuando ya no queden piezas, ¿qué hacemos? ¿Tiramos el tablero?
La Muerte abre muchísimo la boca y me sonríe. Pero no sé por qué, sospecho que Ella piensa en tirar otra cosa.

10 comentarios:

  1. Nos levantamos, buscamos las piezas en la orilla, y empezamos una nueva partida.

    Marcial Herrero de Zabaleta

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  2. Si sólo quedan los reyes, la partida es tablas. Yo las firmaba... (pero ¿qué pasaría después?).

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  3. ¡Brrr!

    (Sólo disminuye un poco mi escalofrío el hecho de saber que si quedan rey y rey es imposible que llegue el final).

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  4. Bueno, yo pensé (o soñé) una partida absurda en donde se cambian las reglas y todas las piezas van desapareciendo... pero, bien, cualquiera puede cambiar el final del cuento. Eso no va contra las reglas (del microrrelato, se entiende)

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  5. Subcomodoro acierta. Estáis en tablas. Ningún problema.
    Un saludo,

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  6. Me da grima imaginar esa bocaza enorme de la susodicha. Seguro que es fea feísima.
    Tíarala tu a ella al agua, por favor.

    Excelente micro relato

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  7. Qué bueno, qué bueno, qué bueno. Seguiremos esperando a que algún editor inteligente los publique... aún quedan, ¿no?, editores inteligentes.

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  8. Quiero suponer, por los comentarios en ésta y otras entradas acerca de la posible publicación de los microrrelatos con que el autor nos obsequia, que habrá hecho ya alguna gestión, sin éxito, para conseguirla. Si es así, que no se desanime. En mi propio caso, fue el editor número 15 (sí, quince) al que me dirigí el que accedió a publicar los míos. Curiosamente, para publicar mis poemas no he tenido, ni de lejos, problemas parecidos. No sé si esta experiencia mía puede generalizarse, y de verdad el relato, o más específicamente el microrrelato, es el género de más difícil salida editorial. Pero ya ve Javier que, en todo caso, "difícil" no es "imposible". Ánimo.

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  9. Es curioso lo de los microrrelatos: qué difícil salida tienen y, paradójicamente, cada vez tienen más cultivadores. (y lectores, se supone). En fin, cada vez que recibo comentarios como éstos últimos, me animo más a seguir. Muchas gracias.

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