domingo, 17 de abril de 2011

Cuatro clásicos en un mes

Toda la prensa lo está aireando: no nos podemos perder los cuatro clásicos en un mes. Humildemente propongo que, en lugar de los Barça-Madrid, puedan ser, por ejemplo, Don Quijote, Hamlet, Crimen y castigo y la poesía de San Juan de la Cruz. O una alternativa más moderna: Casablanca, Centauros del desierto, El ladrón de bicicletas y Ciudadano Kane. Pero, bueno, hay muchos otros clásicos por ahí. La cosa sería buscarlos y que la gente los conociera. A lo mejor nuestro país empezaba a recuperarse en junio.

8 comentarios:

  1. No es que no aprecie y comparta tus gustos, Javier, pero ¿modernos? Jejeje.

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  2. Je, modernos según... pero es que los clásicos nunca son modernos.

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  3. Los cuatro clàsicos podrìan ser el Banquete de Platón, las Tragedias de Esquilo y.. eh, algo de Píndaro y otro algo de Aristófanes, no sé...

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  4. nunca son modernos, pero contemporáneos sí porque no envejecen.

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  5. Yo, desde luego, estoy de acuerdo; ni siquiera me gusta el fútbol. Pero en cualquier país europeo que quiera tomarse como referencia y ejemplo de cultura hay afición a él; y en concreto con Inglaterra, país que cuenta con una gran admiración y respeto por mi parte, recuerdo haber leído a un comentarista precisamente inglés que, comparando los respectivos públicos, venía a decir que, al lado de lo que se oye habitualmente en los campos ingleses, el público de la 1ª división española (el que él conocía) era algo así como ateniense de la buena época... Yo creo que los problemas son otros (la educación cívica, por ejemplo), y que el fubol no es ni un síntoma.

    Y, respecto a clásicos, hay mil; yo votaría por la Divina Comedia (con un poco de esfuerzo y una edición bilingüe, puede leerse en el original sin haber estudiado italiano; yo lo hago), Homero (éste traducido, qué remedio), Cervantes y Shakespeare, por ejemplo: ya se ve que no soy nada original.

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  6. Apoyo tu moción... Más nos valdría en este país mirar más a esos otros 'clásicos'. Del otro clásico estoy ya hasta el mismísimo gorro.
    Un abrazo.

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  7. Vale todo.
    Mis cuatro clásicos son los siguientes: Silva de varia lección (Pedro Mexía), Philosofia secreta (Juan Pérez de Moya), Historia Natural y Moral de las Indias (José de Acosta); y Embajada a Tamorlán (Ruy González de Clavijo).
    Dicho esto y aunque soy del Madrí, si pierde Mourinho (ese charlatán de pocas palabras) quedaré encantado.
    Un abrazo,

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  8. Quizás si los futbolistas hubiesen leído, en toda su vida, cuatro libros -ni si quiera hace falta que sean clásicos- las cosas irían de manera diferente.

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