Me preguntas qué tenemos que ver tú y yo con todos esos monstruos que bailan a nuestro alrededor. Por qué no los vemos en los espejos. Por qué miran con la boca abierta. Por qué gritan. Por qué.
Me preguntas y te digo: no tengas miedo. Ven, acércate y mírame. Reclina tu cabeza en mi cuello. Yo ya no soy como tú.
¡Brrr!
ResponderEliminarLos "mostruos" se han comido la ene, oiga.
ResponderEliminarcosas del directo, pedrete. Gracias...
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