miércoles, 30 de noviembre de 2011

Hijos de las entrañas

Revisando lo poco que he escrito en mi vida, veo que, si queda algo valioso (unos pocos poemas, un cuento y, ¿por qué no?, alguna entrada de blog), no se deberá a que esté escrito de forma más o menos pulcra, sino porque me salió de dentro. Monterroso aseguraba que los buenos escritores escriben con las tripas, expresión desatinada, me temo, porque de ahí abajo sólo salen cosillas malolientes. Otra posibilidad es confesar que uno escribe desde el corazón, pero suena cursi y vulgar. Quizá lo más exacto sería recurrir a una frase de madre, tierna y dolorosa, y pensar que la inspiración nace de las entrañas de uno. Sí, los mejores escritos son justamente eso: hijos de las entrañas.

5 comentarios:

  1. Me gusta entrañas, entrañable, etc.
    Y en un sentido estricto también son cosas de adentro pero al parecer abarca todas y no solo las tripas ni solo el corazón.

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  2. Tienes toda la razón: la impostación acaba notándose, aunque sea en un relato. Otra cosa es fingir desde las entrañas, como el maestro Pessoa. Sus heterónimos son un ejemplo admirable de hondura y autenticidad.

    Un abrazo.

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  3. Ramón Gaya distingue, respecto a la creación artística, entre el "corazón" y el "alma", ésta última una instancia superior, o más honda, y en cierto modo ajena a las turbulencias emotivas demasiado privadas o personales del primero, que ella trasciende en busca de algo más elevado. En este enlace, relativo a Murillo y Velázquez, puede verse una muestra del tema, repetido en los escritos de RG:

    http://ramongaya.blogspot.com/2011/09/murillo-no-es-velazquez.html

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  4. Juan Ignacio: Me atrae esa palabra, "entraña", a pesar de su sonido fuerte en castellano, o por eso mismo. José Miguel: Quñe cierto lo de pessoa, pero sobree todo cuando hace hablar a Álvaro de Campos, ¿no?. Me cuesta más Ricardo Reis, en cambio (tal vez por esa distancia tan... distanciada). Gatoflauta: gracias por la referencia. Gaya es una mina.

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  5. Es verdad, Reis es más frío, y curiosamente el ortónimo de Pessoa también. La emoción está en Álvaro de Campos, y en Bernardo Soares la intensidad. Para mí que Pessoa tenía muchas entrañas, o al menos unas entrañas muy complicadas.

    Un abrazo.

    P.S. Oye: me sale "lucto" en la verificación de palabra. Lagarto lagarto...

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