viernes, 30 de marzo de 2012

Proteo

Estaba sentado junto a la chimenea cuando llegó mi hermano. Me dio de comer y de beber. Pensé que él también estaba triste: se le veía afectado.
Para descansar de tantos cambios, me limpié de leche los bigotes y me fui a dormir. Soñé que volvía a ser un niño.



2 comentarios:

  1. Creo que este es un de los que más me gustó de todos. No sé todavía si es un microcuento pero aunque no tenga efecto sorpresa ni otras cosas me parece extraordinario.

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