viernes, 23 de abril de 2010

Cultura y vanidad

999 obras de arte que debía conocer, que tendría que conocer y de cuyo conocimiento tendría que presumir. El otro día leí ese título en una librería. No lo abrí porque me dio cierto asquete. ¿Con qué derecho se nos dice que tenemos que conocer algo, si encima después es para presumir de ello? La suma de conocimientos, o te hace sabio, o engendra información y vanidad.
Y todo esto me recuerda (quizá, ejem, con vanidad por mi parte) lo que he leído en el estupendo libro de Rosa Sala Rose, El misterioso caso alemán. Un intento de comprender Alemania a través de sus letras:
"En nuestro mundo actual, la adquisición de conocimientos inútiles tiene una importancia notable (por mucho que éstos tiendan a coincidir cada vez más con los que se adquieren con poco o nulo esfuerzo y que proporcionan una satisfacción inmediata, como los vinculados a la crónica rosa, al esoterismo o al mundo deportivo). Ser sorprendido en público ignorando la autoría de Hamlet generaría de inmediato una incómoda sensación de embarazo, por mucho que se trate de una obra que no se haya visto ni leído nunca ni se tenga la menor intención de hacerlo. De una forma que resulta cada vez más sorprendente, dado el creciente decrédito de los conocimientos humanísticos, ser calificado de inculto es todavía algo que, con pocas excepciones, sigue incomodando en todos los estratos sociales, lo cual parece un síntoma de una sociedad extrañamente esquizofrénica: la gente valora cada vez más obsesivamente la adquisición de conocimientos prácticos destinados al ejercicio de una profesión lucrativa y, sin embargo, sigue habiendo un peculiar consenso social en que la cultura es algo positivo y deseable".

10 comentarios:

  1. Leí el libro de Sala Rose el año pasado y me llamó también la atención ese pasaje, además de muchos otros. Aunque en nuestro estupendo y raro país ahora se tiene a gala no haber leído nunca un libro... es el "misterioso caso español" o la atrevida ignorancia, que ya no nos molestamos en ocultar. Ser culto es de fascistas o algo así.

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  2. El misterioso caso español es el de un país con una rica herencia cultural (tampoco riquísima, no nos pasemos si la comparamos con la de Francia, Alemania, Italia o Gran Bretaña)que, sin embargo, alardea de una ignorancia iletrada de forma brutal. Esa incultura generalizada le llamaba la atención a una italiana, conocida mía, cuando vino a vivir a España, sobre todo porque esperaba otra cosa en un país con un pasado como el nuestro. En fin, el gran misterio de "aquí" tiene una explicación simple, creo: es educativo, no económico ni social.

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  3. "La suma de conocimientos, o te hace sabio, o engendra información y vanidad".

    Suscribo esta frase. No se puede decir una verdad más certera con menos palabras. Cuando no se lee para hacerse rico en sabiduría, sino para alardear de conocimientos ante los conocidos, amigos y familiares, la lectura se desvirtúa perdiendo toda su maravilla, su espíritu, su aroma, convirtiendóse en una mera asimilación mecánica de datos. Y, para asimilar datos mecánicamente, en nuestro siglo ya contamos con los ordenadores. Además, quien alardea siempre de conocimientos, más tarde o más temprano, acaba resultando a los demás un pedante insufrible.

    Saludos cordiales.

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  4. ¿Novecientos noventa y nueve? ¿Por qué no mil? No lo entiendo. Se ha quedado a un paso.
    Un abrazo,

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  5. Y lo peor, Ramiro, es que en el fondo siempre te pueden entrar a la sempiterna pregunta de patra qué sirven las humanidades. Si las reduces al ejercicio de una mera acumulación de datos, te dirán (no sin razón)que lo mismo da aprenderse las alineaciones de los equipos de fútbol o el número de novios de Belén Esteban (a lo mejor en el segundo caso hay que memorizar demasiado).

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  6. La cultura humanística no es útil, sin embargo, la cultura pragmática lo es, pero no es necesaria. Mientras que lo útil está llamada a ser tomado para algo y no por sí mismo, como lo necesario. En la cultura verdadera lo necesario es el impulso del ser hombre verdaderamente hombres. En cierto modo la cultura pragmática, utilitarista... nos deshumaniza. Eso es lo que pienso, aunque creo que es una parrafada que no tiene mucho interés.

    Un Saludo

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  7. Javier, ¿harás el blog aunque estés en Alemania? Aquí tus hooligans esperamos que sí.

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  8. Ay, es que aquí se está tan tranquilo... Pero sí, prometo escribir enseguida! Gracias por animarme.

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