He acabado El peregrino encantado de Nikolái S. Leskov. De Leskov (1831-1895) conocía Lady Macbeth de Mtsensk, una joyita que trata el sempiterno tema del adulterio decimonónico a la vez que dialoga con la obra de Shakespeare. Comparada con ésta, El peregrino encantado da una imagen chapucera y deslavazada. Parece como si el autor hubiera ido ensartando tres o cuatro novelas una detrás de otra, como si no supiera qué hacer con un material desordenado que tuviese guardado en un cajón.
...Y sin embargo, qué maravilla de libro: singular, divertido, espeluznante, asombroso. Leskov pasó buena parte de su vida viajando por la Rusia de su tiempo y recogiendo historias que le contaba la gente del pueblo. Sin duda tenía el don de escuchar bien, porque narra con la misma naturalidad con que se cuentan las cosas en una sobremesa delante de un fogón. El protagonista de su novela, religioso y brutal al mismo tiempo, recuerda al de las obras clásicas de Dostoievsky o Tolstoy, pero sin las torturas existenciales del primero ni las disquisiciones interminables del segundo. Leskov, mucho menos conocido, es quizá más auténtico y menos pretencioso que los dos monstruos de la literatura rusa. Dice de él Walter Benjamin: "De su cosecha puede señalarse una serie de narraciones legendarias, cuyo centro está representado por el justo, rara vez el asceta, la mayoría de las veces un hombre sencillo y hacendoso que llega a asemejarse a un santo de la manera más natural. Es que la exaltación mística no es lo suyo. Así como a veces se dejaba llevar con placer por lo maravilloso, prefería aunar una firme naturalidad con su religiosidad. Su modelo es el hombre que se siente a gusto en la tierra, sin entregarse excesivamente a ella".
Acabo de descrubrie este Blog (gracias a David) y creo que voy a aprender mucho de él. Gracias por la recomendación. Yo estoy leyendo Bilbao-Nueva York-Bilbao, espero acabarmelo ya, y los Santos Inocentes (la tenía pendiente!).
ResponderEliminarJavier, qué bonita percepción que tenés de Leskov. Sólo he leído Chertogón, un cuento tan simple como precioso y aventurado. Por algo Máximo Gorki lo admiraba y lo defendía del desprecio de sus contemporáneos. Me pongo en campaña para leer más de Leskov. Gracias!
ResponderEliminarMelusina
Gracias a los dos por vuestros comentarios. Espero, uf, que luego no os defraude mi recomendación, aunque, si os gustan los rusos, lo más probable es que no.
ResponderEliminarA tener en cuenta.
ResponderEliminarY qué bueno eso de "el hombre que se siente a gusto en la tierra, sin entregarse excesivamente a ella".