miércoles, 9 de junio de 2010

Vasconcelos, el provocador


Voy leyendo las larguísimas memorias de José Vasconcelos. Aunque el personaje no acaba de resultarme simpático (dedicar dos mil páginas a uno mismo es un récord interesante de egolatría), debo confesar que hasta ahora no conocía de verdad al mejor prosista mexicano antes de Juan Rulfo.
Ya en la primera parte, Ulises criollo, el autor va contando con imaginación y memoria prodigiosas sus recuerdos infantiles. Allí están las vivísimas escenas de su familia, que vivió en múltiples lugares de la geografía mexicana, desde la desértica frontera con Estados Unidos hasta el húmedo Yucatán. Y también allí, la tensión entre una ávida sensualidad y las inquietudes religiosas, en donde su madre ocupa un papel principal. Esa formación católica, en la piedad y en el intelecto, no le abandonará nunca, ni siquiera cuando pierda la fe, ya adulto, y coquetee con el budismo, el neoplatonismo o el cristianismo a lo Tolstoy.
Pero, por encima de todo, Vasconcelos es un apasionado (sus aventuras sentimentales se leen como un folletín) y un intelectual provocador. Le encanta desmontar lugares comunes y enfrentarse, no sólo a los políticos revolucionarios de su tiempo, sino a los tópicos del pensamiento dominante. Como ejemplo, este fragmento, que -me parece-, no sólo vale para México, sino para todo el continente americano y, quién sabe, si también para España:

Uno de los libros que más me removió el interés fue el titulado "El Dios blanco, el Dios hermoso", una especie de novela a propósito de la llegada de los españoles para la conquista de México... Y era singular que aquellos norteamericanos, tan celosos de los privilegios de su casta blanca, tratándose de México siempre simpatizaban con los indios, nunca con los españoles. La tesis del español bárbaro y el indio noble no sólo se daba en las escuelas de México; también en las yankees. No sospechaba, por supuesto, entonces, que nuestros propios textos no eran otra cosa que una paráfrasis de textos yankees y un instrumento de penetración de la nueva influencia.

(José Vasconcelos: Ulises criollo)

3 comentarios:

  1. Tengo curiosidad por este autor. Una vez mandé leer en clase una obra de José MAURO Vasconcelos y algún papá listillo dejó caer que el autor era un racista. Creo que se referían a José, no a José Mauro, y tal vez por lo de "La raza cósmica". Mucha paranoia...

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  2. Sí, hay siempre confusiones entre el Vasconcelos brasileño y el mexicano. Éste del que hablo yo es el mexicano, y, desde nuestros parámetros, es algo racista, lo que no quita para que no tenga muchísimas cosas interesantes. Depende lo fundamentalista que sea cada uno en asuntos étnicos,por decirlo con el adjetivo que gusta entre los políticamente correctos.

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