Todo sucede demasiado deprisa. Hace una semana un tirano patético corría por los pasillos de su palacio y se escondía detrás de los retretes. Ahora se sube a un tanque detrás de los rebeldes y su venganza será atroz. Hace cuatro días en Japón la tierra hacía un gesto con el brazo y el mundo asistió sobrecogido al apocalipsis. Todavía está temblando una central nuclear y quién sabe si no hemos visto lo peor.
Todo sucede demasiado deprisa y, de un lado a otro del planeta, nos enteramos de que lo que estaba arriba, ahora está abajo, y viceversa. La rueda de la fortuna gira más rápido que nunca. Los que parecían débiles, son poderosos; y los que presumían de progreso, se tientan la ropa para saber si están vivos. Todo nos lo dicen los medios de comunicación a inhumana rapidez. Los sociólogos aseguran que un signo de la modernidad es la sobreabundancia de acontecimientos: la historia se acelera y, según ellos, sólo vemos un vértigo de noticias dispersas, remotas y caóticas.
Pero todo estaba ya previsto en el Eclesiastés y en Edipo rey.
??? ¿Qué debiles se han vuelto poderosos, Javier?
ResponderEliminarPensaba en Gadafi por quien nadie daba un duro hace no tanto. Quizá no era tan débil, o nunca lo fue. Pero yo estaba convencido que lo iban a largar...
ResponderEliminarY te olvidas de Boecio y su Consolatio Philosophiae, con su caprichosa Fortuna.
ResponderEliminarJejeje, parece más listo que sus vecinos.
ResponderEliminarQuisiera saber qué van a hacer los franceses y los alemanes, que con gran inteligencia se apresuraron a reconocer como gobierno legítimo a los rebeldes.
Berlusconi, más cauto, se mantuvo a la espera, un aplauso para él.
¿Y Europa qué hace?: en Libia, debiendo actuar con rapidez (muertos, pozos de petróleo inservibles, oportunidades para que escape el tirano...) se pone a pensar...; y en Japón, se apresuran a hacer declaraciones nucleares, apocalípticas y ya toman medidas para restringir sus centrales, cuando aún no hay conclusiones claras sobre los daños producidos y hace falta mucha serenidad para reconducir el futuro energético. El sur es el norte y el oeste es el este...
ResponderEliminarNo sé dónde he oído que la evolución social (incluida la sociedad mediática, la tecnología, las comunicaciones, etc.) corre más rápido que la evolución del hombre, y este desajuste le provoca un gran estrés.Yo, al menos, me siento abrumado. Me voy a aplicar una estricta dieta informativa.
ResponderEliminarA propósito de lentitud y rapidez recuerdo haber leído un cuento de sf hace años -no sé de quién- que se titulaba "La enseñanza de los niños Camiroi". En el salían unos niños de un planeta -Camiroi- que desde su nacimiento podían leer 5 ó 6 mil palabras por minuto. Después se pasaban toda la enseñanza básica corrigiendo dicho defecto, hasta que llegaban a ser capaces de leer 120 palabras por minuto. Y asimilar y entender todo lo leído, claro.
ResponderEliminarUn abrazo,