martes, 23 de marzo de 2010

Búsqueda

Vi entrar a los tres policías como locos. Mi compañera se hizo la distraída, aunque a esas horas no hay nadie en el edificio. Uno de los maderos, el más gordo, le preguntó de malas maneras:

-¿Dónde está esa que le llaman la Barbie?

No me gustan los policías, así que me metí un poco más adentro. Pero los tíos se estaban poniendo la mar de pesados. El que llevaba la voz cantante seguía metiendo presión:

-Perdona, guapa, pero tenemos prisa por la hora que es y nos la tenemos que llevar ya, que si no, la jefa me mete un puro.

Como mi compañera empezaba a mosquearse, intervino otro poli, éste muy moreno de cara:

-Y si no está, podemos llevarnos a esa otra muñequita, ¿cómo se llamaba?

Así estuvieron más o menos unos diez minutos, y se metieron adentro, rebuscando por aquí y por allá, tiraron unas cuantas cajas y dejaron el local desordenadísimo, que no sé cómo pudimos recogerlo todo antes de que llegasen los clientes. Y venga a quejarse de que habían llegado tarde, qué gente. Al final se fueron enfadados y el gordito iba diciendo: “Joder, lo que es a mí, mi mujer me mata. Ya estamos a día 5 de enero y no he encontrado nada para la niña. Y ahora entramos a las ocho en servicio y ya no puedo comprar nada”. Se fueron dando un portazo. Estaban muy nerviosos, ya te digo yo.

8 comentarios:

  1. Qué bueno!! De novela policíaca al ámbito doméstico en unas cuantas líneas. ¿Cómo se te ocurren esas buenas ideas? Y nada de explicarlo. A buen entendedor...

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  2. Hummm... Estas micro-memorias, escrita por un señor que vive en Pamplona, más el tono crítico a nuestras benditas Fuerzas del Orden, nos hacen pensar mal, muy mal.

    ¿No trabajarás en un sitio que se llame Xabi-Etxea???

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  3. Je,je, muchas gracias a los tres por los comentarios. María: no recuerdo bien, pero me parece que me gusta escribir cuentos que inviertan tópicos. Así, un cuento que parece sórdido, acaba siendo "familiar". Fernando: de esa casita de la que hablas me echarían seguro. Y sí, Ion, es un cuento juguetón: y de eso se trata, de jugar con el lector.

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  4. Tienes mucho talento para escribir; creí que estaba contado algo que te acaba de ocurrir.

    Teniendo ese don, tan bien cultivado por cierto, me atrevo a sugerirte que escribas algo para el gran público.

    Otros lo hacen con éxito y menos mérito.

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  5. Querido Juan María:

    ¡¡El gran público vive ahora en los blogs!!

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  6. Polis de poca fe... la de risas que se estarían echando los reyes magos...

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