miércoles, 7 de abril de 2010

Malditas matemáticas

Una de las alegrías secretas de estas vacaciones ha sido comprobar que L. ya no se parece tanto a su padre cuando tenía su edad: es decir, ha empezado a hacer las tareas solo, en especial las de matemáticas. Al fin de las matemáticas en la escuela dedicó Rocío Arana un poema muy divertido y yo me sentí entonces bastante identificado con ella. Y hace un par de años el propio L. acometió sus primeros problemas aritméticos de la siguiente guisa: "Pepito tiene en la cesta cinco peras y tres manzanas. ¿Cuántas piezas de fruta tiene Pepito?"
Respuesta de L.: "Cinco peras y tres manzanas".
Yo me sentí entonces completamente identificado con mi hijo.

6 comentarios:

  1. Un espíritu observador y con amor a lo concreto. Bastante abstracción es convertir a la pera de agua, la limonera y la de Roma en "peras", pero perder la vista a la pera y juntarla con la manzana a quién se le ocurre. A mí me parece que L., aunque haya entrado por el aro y haga esas cosas raras solo, va para Letras como su padre.

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  2. Qué bien lo calaste... Aunque no sé si irá por Letras, porque,según parece, de mayor quiere ser millonario de profesión (sic). Quizá su amor por lo concreto sea demasiado material.

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  3. O tempora. A mí esa profesión, de chico, me parecía aburridísima.

    Yo tuve que aguantar un año más de matemáticas porque en el colegio no había Griego. Las pasé moradas.

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  4. En las matemáticas, como en otros muchos aspectos de la vida, es casi más importante una pregunta correcta que una respuesta acertada. En este caso, la pregunta no era la correcta o al menos era incompleta, ya que no pregunta el total de piezas de fruta. Pero es que la respuesta no puede ser más acertada. Difiero de cb. No sé si L. irá pá letras o pá ciencias, pero la respuesta es exacta.
    Lo divertido es que conociendo el patio, el proceso deductivo de L. es racionalmente irracional. E impredecible.

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  5. En mi caso nos plantamos firmemente tres alumnos que sentimos de pronto la urgencia de aprender griego y nos libramos...

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  6. Con lo bonitas que son las matemáticas...
    Un abrazo.

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