Entre los hallazgos que me he traído de Monteviedo, junto a los alfajores de la pastelería Bretagne y una primera edición del Descenso y ascenso del alma por la Belleza de Marechal, está la obra de Idea Vilariño, una gran poeta desaparecida hace unos meses (1920-2009). Nacida y criada en una familia anarquista, formada en el existencialismo más narcisista y la izquierda revolucionaria, amante legendaria de Juan Carlos Onetti (con lo feo que era)... no son muchos títulos para que me interesara demasiado. Pero por encima de todo, atropellando prejuicios y malentendidos, está el valor de la poesía por sí misma:
Yo quisiera llorando
decírtelo
mostrarte
decirte destrucción
y que tú me entendieras
o decirte se fue
el verano se fue
o decirte
no te amo
y que tú me entendieras.
Idea Vilariño es dueña de un verso seco y cortante, duro y medido. Sus mejores poemas se empapan de una fuerza que dan el cariño o la desesperación ante la experiencia amorosa y el miedo ante la inmensidad de la muerte. Su tono inmediato y directo ha permitido que sea una autora leída y reconocida por muchos en Uruguay, el país que también alumbró a Benedetti. Pero a mí Vilariño me parece muy superior, más sutil en su poesía erótica, más honda en sus reflexiones e, incluso, más universal cuando habla de política. A lo mejor por eso y por otras razones (Vilariño mantuvo un perfil discreto a lo largo de su vida), su voz no ha trascendido lo que debiera. Da igual. Quien escribió versos como éstos puede permitirse el lujo de ignorar muchas cosas insignificantes:
Entonces soy los pinos
soy la arena caliente
soy una brisa suave
un pájaro liviano delirando en el aire
o soy la mar golpeando en la noche
soy la noche.
Entonces no soy nadie
Interesante.
ResponderEliminarE interesante eso de "la desesperación ante la experiencia amorosa".
¿Se refiere a una experiencia negativa, positiva o sin valoración alguna?
No suelo leer poesía, me impaciento, pero los poemas que vas compartiendo con nosotros en este blog, bitácora o panel me parecen atrayentes. ¿Qué primer libro de poesía recomendarías a un lector voraz de prosa, que le haga pararse y asombrarse? Gracias por adelantado, supongo que no será muy fácil...
ResponderEliminarCreo, Juan Ignacio, que quise referirme a experiencias positivas y negativas propias de la autora, quien tuvo sus más y sus menos en su vida amorosa. Por eso antes hablo también del cariño.
ResponderEliminarSospecho, María, que eres mejor lectora de poesía de lo que crees. En realidad, creo que rara vez se enseña a leer poesía y luego no resulta tan complejo como creemos. Basta con leer un poco, dos o tres poemas, y ya está, con eso llega. Y tampoco hay que esperar que te recorra un temblor por el espinazo para pensar que estás leyendo bien. Ese tipo de cosas pasan a veces, y es fantástico, pero no siempre. Además, hay lectores que se pueden emocionar leyendo a San Juan de la Cruz y otros con el poema "Si el hombre pudiera decir" de Cernuda. Unos y otros verán a lo mejor parte de susvidas reflejadas en esos versos. Y eso está muy bien, claro que sí, pero no por eso otros poemas que no tienen tanto que ver con sus vidas, les van a dejar indiferentes (aunque, ya digo, no les "emocionen". Bueno, voy a parar porque me estoy enrollando y creo que lo que tendré es que hacer una entrada sobre esto.
ResponderEliminarEn cuanto a los libros... bueno, no sé bien, pero me atrevo a recomendar a Miguel d'Ors porque es un poeta que suele gustar a mucha gente y, al mismo tiempo, se trata de un autor que sabe su oficio (hay otros que gustan mucho, pero son poco exigentes en la forma, como Benedetti, por no hablar de Sabina o cosas así). Pero igual que te aconsejo a Miguel, podría poner a Idea Vilariño, ya que acaba de salir, o Amalia Bautista, o Mario Quintana, o Fernando Pessoa, o no sé... muchos.
Gracias, Javier, empezaré por esos y a ver. Me parece muy buena idea una entrada sobre las reacciones del lector ante lo que lee, sea poesía o prosa. Ah, y lo de que Sabina escribe poesía... pues aunque no estoy muy puesta, va a ser que no...
ResponderEliminarHace años que leo a Vilariño, esa gran desconocida.... Me alegro que te guste. Al menos no me encuentro tan solo, jajajaja
ResponderEliminarPues sí, Jaume. He leído tu entrada sobre la Vilariño en tu blog: estoy totalmente de acuerdo en que su poesía es tan "normal" y , sin embargo, tan expresiva, que es una pena que no se conozca más. Normal, por cierto, y bien elaborada al mismo tiempo. Ahora sacaron en Lumen su poesía completa en España. Una buena oportunidad para que más gente la conozca.
ResponderEliminarTambién fue periodista. Dirigió la revista Número junto a Emir Rodriguez y Manuel Claps en la primera época, por los 50. Ahí se conoció con Onetti. No digo que sea más leída que su amante, pero sí es muy popular su poesía en Montevideo. Es una alegría su difusión.
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