A primera hora de la la mañana, agradable paseo por la larguísima Rambla de Montevideo. A un costado, este mar sin orillas que es el Río de la Plata. Al otro, edificios modernos y estatuas a cada rato. Estatuas de Confucio, de Sócrates y hasta de Yemanyá, divinidad yoruba. La Rambla es tan larga que recibe distintos nombres en cada tramo. A mí me ha tocado la Rambla Mahatma Gandhi. Y siguen las estatuas: creo divisar una de Tolstoy, a lo lejos. Pero puede que me confunda con otra que he encontrado de él por la ciudad. De pronto, en un banco leo una pintada extraoficial: "Jesús te ama". Tendríamos que traer a Zapatero a que diese muchas carreritas por la Rambla, qué contento se pondría, pobriño mío.
Foxá defininía a Uruguay como "Los Estados Pontificios de la Masonería"
ResponderEliminarPues no lo sabía (lo de Foxá, quiero decir), pero está muy bien que lo comentes, porque lo cierto es que no lo he aclarado en la entrada y, si no se conoce esa realidad de Uruguay, no se entiende bien. Por lo demás, no deja de ser un país de contrastes: Oribe, uno de los padres de la patria y fundador del partido blanco (conservador) era masón y católico de Misa diaria, todo al mismo tiempo. Pero, en fin, la huella masónica está muy, muy presente.
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