Las palabras muerden, dice Octavio Paz en algún poema. Un amigo me escribe Dios con minúscula, y le preguntó por qué lo pone así:
-Porque no existe.
Pero si eso fuera así -pienso ahora- habría que escribir con minúscula zeus, don quijote, doraemon, bob esponja y rodríguez zapatero, todos ellos seres inexistentes. Quedaría rarísimo. De momento la Real Academia declara que los nombres propios deben ir con mayúscula y los comunes con minúscula. Probablemente aquí la cuestión no debiera ser teológica, sino gramatical. O tal vez es que las palabras muerden, y a alguno no le resulta indiferente poner una mayúscula de más o de menos en el nombre de Dios.
Sí, yo creo que quien escribe Dios con minúscula lo hace para reivindicarse, para negarlo con el lenguaje: no le importa escribir Bob Esponja así, con mayúsculas, porque su existencia está probada, aunque sea en la televisión, pero el concepto de Dios les chirría, y las minúsculas son una manera de hacer explícito su descreimiento. Para mí es comprensible, aunque no lo comparta; a veces se actúa en sentido contrario, escribiendo incorrectamente con mayúsculas ciertas palabras para darles relevancia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es una moda reciente, Javier, el no va más de la modernidad progre. Tu comentario es exacto y los ejemplos perfectos, aunque un poco cruel lo del pobre zapatero.
ResponderEliminar¿Y de la "arrobita" de las narices?
ResponderEliminarMira lo que acabo de recibir del PP después de participar en una iniciativa que denominan www.yocambiaria.es/
Querid@ amig@:
Gracias por tu colaboración.
Mariano Rajoy
Y se supone que él, Mariano, nos traerá el cambio. Vaya por Dios, perdón Mariano, vaya por dios.
Genial.
ResponderEliminarPorque es verdad.
Se fija más en Dios quien se fija como lo escribe.
Y yo creo que es mejor el rechazo que la indiferencia.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstoy con José Miguel, así que voy a ampliar el tema. Yo no creo, pero si escribo Dios y me refiero al de los cristianos, lo hago con mayúsculas porque en el contexto cultural europeo es un nombre propio. Zeus también es un nombre propio, como Apolo o Afrodita, pero todos los "dioses" que se iban de copas con ellos van con minúscula, salvo que aparezcan con su nombre. Escribir Dios con minúscula para denotar una posición ideológica me parece tan tonto como escribir "carlos marx" porque no me gusta, o “Geranio” porque es mi planta favorita. Solo da la sensación de que el que escribe no fue a la escuela. Según me han dicho, el académico Juan Luis Cebrián lo hace así: escribe “Geranio” con mayúscula. Ja, ja.
ResponderEliminarUn abrazo,
Gracias por vuestros comentarios. Víctor y José Miguel: lo veis muy bien,porque no debiera ser una cuestión de creencias, sino de poner las cosas (las mayúsculas) en su sitio. Por lo demás, y aprovecho para decirlo, qué bien que nos leamos unos a otros sin que estemos obligados a compartir todas nuestras creencias, ¿no?
ResponderEliminarJuan Ignacio: una vez más chestertoniano, y por tanto, muy agudo.
Fernando: hombre, a Zapatero lo he puesto al lado de Don Quijote, su héroe de cabecera, si le creemos (y de sus verdaderos héroes, Bob Esponja y Doraemon, dirá alguno).
NGG: lo de las arrobitas... eso da para unas cuantas entradas. A ver si se me ocurre algo.
Eso que dices es verdad, Javier, y así debiera ser siempre. Demasiadas veces detecto intransigencia en ambos sentidos: me suele dar reparo a comentar en ciertos blogs dando mi punto de vista sobre una cuestión religiosa, porque tengo la certeza de que seré mal recibido, del mismo modo que en otros blogs no se toleran comentarios a favor de la religión católica. Qué pena de intransigencia, o fundamentalismo. Ya que has sacado el tema, y tu blog es modélico en este sentido, aprovecho para decirlo.
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