martes, 17 de noviembre de 2009

Ahora en México

Los buenos relatos de viajes dicen más de quien cuenta el viaje que de los lugares por donde pasa (y los malos también). Digo esto porque, ahora que estoy en Mérida (Yucatán, México), debo andarme con cuidado con lo que pienso y escribo. Todo lo que me llama la atención quizá no sea tan interesante o sorprendente por sí mismo, sino que se debe a que soy yo quien se está retratando cuando me admiro ante una ruina maya, una hacienda colonial, los colores de un huipil o unas palabras que escucho por la calle, sí, sobre todo, unas palabras.

2 comentarios:

  1. Pero Javier, si para eso están los blogs, cartapacios o graffitis, para que cuentes TUS impresiones y las leamos. Qué digo los blogs, ¿acaso una conversación no retrata también a los que hablan? Por eso nos gusta "cambiar impresiones", frase certera sobre la naturaleza del hablar, del escribir, hasta del mirar.

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  2. Pues sí, eso es el aliciente, tienes toda la razón... pero eso no quita que puedas herir susceptibilidades, por muy anónimas que sean.

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