Ayer por la noche leí en un periódico digital:
"Jose Luis Rodríguez Zapatero, presidente de humo de la Unión Europea..."
No puede ser, me dije. Volví a leer:
"José Luis Rodríguez Zapatero, presidente de turno de la Unión Europea..."
Así estaba mejor, es decir, peor. Me gusta más mi lapsus: un presidente de humo es mucho más poético y preciso. A veces vale la pena leer deprisa.
"Jose Luis Rodríguez Zapatero, presidente de humo de la Unión Europea..."
No puede ser, me dije. Volví a leer:
"José Luis Rodríguez Zapatero, presidente de turno de la Unión Europea..."
Así estaba mejor, es decir, peor. Me gusta más mi lapsus: un presidente de humo es mucho más poético y preciso. A veces vale la pena leer deprisa.
Querido Javier:
ResponderEliminarSin duda, tu lectura es la correcta: véase, si se duda, la escenita de Merkel y Sarkozy resolviendo el caso griego sin contar con el presidente de humo.
Amigo Fernando: De hecho, es lo que pensé cuando leía la noticia al completo. La escenita, en efecto, echa humo.
ResponderEliminarCreo que es un lapsus malintencionado. Jua, jua, jua. ¡Cómo me he reído!
ResponderEliminarUn abrazo, Javier.
Malintencionado a posteriori. De verdad que fue lapsus...
ResponderEliminarTienes razón, Javier. A veces vale la pena leer deprisa. Yo creo que esos lapsus mentales nos revelan las intuiciones de nuestro subconsciente. Sin duda, Zapatero es un presidente de humo, un consumado maestro en las desapariciones mágicas, en el arte de la evanescencia.
ResponderEliminarSaludos.
Seguramente, Ramiro.Z es puro humo: sus palabras son de humo, se hace humo cada vez que le vienen mal dadas y allí por donde pasa solo queda humo.
ResponderEliminarA veces el subconsciente nos traiciona. ¿En qué estarías pensando?
ResponderEliminarEn puro humo, Juan Ma.
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