Superado por las circunstancias, la semana pasada puse un letrero invisible a este blog: "Cerrado por trabajo". Durante más de siete días no entré aquí ni para saludar. Tampoco me metí en otros blogs de amigos y desconocidos. Ni siquiera leí la prensa en internet. Qué descansada vida. Casi nada supe de la revuelta en Egipto, de las sonrisitas serviles de Zapatero, o de los asaltos, atropellos y violaciones que la prensa confunde todos los días con la realidad.
Mi hijo mayor está llegando a la edad que tuve yo cuando me cambió la vida y me fui a Pamplona para siempre. Vivo, me dejo vivir, pasa el tiempo y tal vez sea ésta la única realidad.
Bonita entrada, Javier. "Me dejo vivir" es admirable. Un abrazo.
ResponderEliminarToda atadura, por benéfica que sea, resulta pesada alguna vez. Así que tendrás que cerrar el garito de vez en cuando para reencontrarlo...
ResponderEliminarEmpieza suave pero termina intenso. Y algo triste quizás...
ResponderEliminarMil gracias, José Miguel: ¿qué puedo añadir?. Juan Ignacio: sí, un poco triste, es verdad. Imagino que se deberá a la jaqueca de estos días de viento sur. Y a la falta de sueño. Tienes razón, María: necesitaba un poco de pausa.
ResponderEliminarCoincido con José Miguel: ese "me dejo vivir" tiene mucha filosofía dentro.
ResponderEliminarY si, está bien descoectar de casi todo de vez en cuando.
Un abrazo
Desconectar es muy sano y, en momentos dados, hay que desconectar de todo; yo procuro hacerlo al menos una vez al año y me sirve para recargar pilas. Un saludo.
ResponderEliminar¿Crisis trascendental o identitaria?
ResponderEliminar¿Nostalgia?
¿Exceso de pensamiento?
....o simplemente una muy buena entrada.
En fin, Javier, espero que te reencuentres en todo caso y nos sigas deleitando con tu magnífico blog. Te tengo en mis favoritos.