Salgo a la calle y me atropella un "zurriagazo de lluvia áspera y gris", como dice Miguel d'Ors en un poema sobre el fin de año en Pamplona. Pero, en realidad, no es el viento quien me viene encima, sino un par de chavales como dos algarrobos saltarines. Emiten algo así como un "¡uh!, ¡uh!, ¡uh!", mientras se alejan. Al lado de la parada, dos chicarronas del norte contemplan la calle. Una le dice a la otra:
-Ese autobús mientras donde ir no sabe.
Llego al bar. Pido el pan y el chico me responde con un gruñido afirmativo. Luego realiza un movimiento ascendente de barbilla.
En el mostrador leo los titulares de la prensa: "En Navarra el índice de fracaso escolar es del 12 % frente a la media nacional que es del 30%".
Se me hace tarde y ya me voy:
-Hasta mañana, muchas gracias.
Antes de cerrar la puerta, todavía me alcanza el gruñido de despedida.
Pues imagínate lo que escuchamos en Andalucía, cuyos índices de fracaso están a la cabeza del mundo civilizado, con perdón por el eufemismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues es evidente que hay un "fracaso escolar", en esos muchachos la escuela ha fracasado.
ResponderEliminarFracaso colectivo, digo yo
ResponderEliminarSaludos
David
Sí, un poco de todo, fracaso colectivo, fracaso escolar, fracaso de civilización... Cuando veo noticias como ésta, de la que no puedo dudar, pienso que en Navarra somos como los tuertos en el reino de los ciegos.
ResponderEliminarMarbella, provincia de Málaga: por favor, ¿dónde esta la calle tal? "aín detrás, a la revolvedura" Deduje que era a la vuelta de la esquina, por el gesto que me hizo con la mano ... Pero no he terminado. A la entrada de la ciudad, entre los varios carteles que señalan la dirección hacia el centro urbano, el Ayuntamiento, etc, hay uno que dice "CIRCUMVALACIÓN", con m antes de v, como debe ser. Y termino, pues no había terminado; cuando cambiaron el cartel por uno nuevo, debido al deterioro ... lo volvieron a poner con M !!!! Esto es lo que hay. Pero, coño, cada vez hay menos.
ResponderEliminarHagamos un poco aquí de abogados, no del diablo, sino de la causa contraria. La lectura, por poner un ejemplo, del "Celtiberia Show", del finado Luis Carandell, deja ver, pienso, que cualquier tiempo pasado no fue necesariamente mejor, sino que cada uno tiene lo suyo. No todo es negativo, en éste nuestro, ni positivo o digno de añoranza en el anterior, Más: yo me atrevería a decir que, bien considerado todo, salimos ganando en el cambio.
ResponderEliminarCierto, marinero, en cuanto a educación y civismo, no podemos los españoles vanagloriarnos de nuestro pasado, ni el más reciente ni el más remoto. Según algunos índices sociológicos publicados recientemente, incluso, ahora le gente va más al teatro o al cine. Y, desde luego, la población lee más. De hecho, en la tierra que me ha tocado vivir, Navarra, los índices educativos son mejores que en el resto de España. Pero eso no quita para que la realidad inmediata, la que uno se encuentra todos los días, sea la que he tratado de reflejar. Eso es, más o menos, lo que intenté decir en la entrada.
ResponderEliminarIgnatius: como vengo del sur, todavía recuerdo muchas anécdotas como esa. Son innumerables, pero me consuela lo que dices al final: "coño, cada vez son menos".
ResponderEliminarEn el mismo letrero azul colocado a la salida de una rotonda indicando la dirección, se puede leer: "Jeréz", y debajo "Cádiz". Ya sabíamos de las envidias que despierta nuestra patria chica.
ResponderEliminarHay que ver, estos jerezanos siempre tan acentuados...
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