Mi mujer y yo fuimos a ver esta versión cinematográfica de uno de mis cuentos preferidos de Juan Carlos Onetti, "Jacob y el otro". Ahora que escribo en caliente, pienso que el director, Álvaro Brechner, ha salvado con buena nota el reto de trasladar al cine un relato áspero y difícil como todos los del escritor uruguayo. El ambiente mediocre y provinciano de la mítica Santa María, las vidas frustradas de todos los personajes, la luz mezquina que acompaña cada escena... Todo es Onetti puro. Quizá el punto más débil, para mi gusto, es la interpretación de Gary Piquer . En el relato Orsini es un italiano más bien histriónico y parlanchín, mientras que el actor español lo convierte en un individuo tristón no exento de clase. O sea, el típico personaje salido de otros cuentos y novelas del autor uruguayo: un Díaz Grey o un Larsen, gentes apegadas a una singular estética del perdedor. El universo de Onetti suena a muy "literario" y puede parecer poco natural. Es lo que le sucede al protagonista de la película: a veces da la impresión de estar leyendo las palabras que dice su personaje en el cuento.
Pero a lo mejor estoy buscando los tres pies al gato. Es magnífica la interpretación del luchador (Jouko Ahola), excelente la labor de los secundarios, buena la caracterización de la deprimida Adriana y el propio Gary Piquer va mejorando conforme avanza la película. Las licencias que se toma el guionista están bien traídas y el homenaje a Onetti, con esa cantidad de humo y tabaco que se airea por la cinta, muy conseguido. En resumen: una película bien hecha y una recomendable iniciación al mundo de Onetti para quien no lo haya leído, aunque contenga alguna que otra variación edulcorante. Y es que es difícil narrar con el pesimismo de Onetti, aunque uno trate de contar la misma historia.
¿Cómo es eso de "los tres pies al gato"? ¿No es "la quinta pata"?
ResponderEliminarEn España buscamos "tres pies". Sean tres o cinco, el quid de la cuestión es no creerse que el gato tenga sólo cuatro patas...
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