jueves, 14 de enero de 2010

Bien vale una foto


Estábamos en París. Llevábamos siete horas arrastrando a los cinco niños en compañía de otra familia amiga, desde la Torre Eiffel hasta aquí. De pronto todos sintieron una urgencia irrefrenable y se acordaron de los baños del Louvre. Yo me quedé, agotado, con mi hijo pequeño y la cámara. El estanque invitaba a darse un bañito, pero en el último instante me lo pensé mejor y sólo saqué esta foto a ras de agua.

1 comentario:

  1. Viajar a París con los cinco críos (niños) tiene su mérito.
    Conseguir que disfruten y aprecien una mínima parte de lo que ofrece la ciudad eleva el mérito de forma exponencial.
    Lo más importante: el tiempo que habéis compartido, y la experiencia que particularmente supone para cada uno de ellos -aunque ahora no sea consciente y tarde años en percatarse- la visita a una de las ciudades más fascinantes del mundo con toda su familia.

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