jueves, 28 de enero de 2010

Manipulación de la historia


La historia está repleta de hechos manipulados en beneficio de unos pocos que luego la han escrito como han querido, aunque sea a base de anacronismos y datos inverosímiles. Basta pensar, por ejemplo, en el crimen político más famoso del mundo. En realidad, Julio César nunca fue asesinado por Marco Bruto y su pandilla. El dictador ya se había ido inquietando por los presagios que había recibido a lo largo de la jornada. Cuando el viejo le pasó la nota de advertencia en las escaleras de la curia, le entró el pánico y fue corriendo a refugiarse en su hogar. Para recuperarse del soponcio, decidió darse un baño, pero resbaló con el jabón y se dio un buen golpe en la cabeza. Los accidentes domésticos son terribles: César murió en el acto.

A partir de aquí los acontecimientos parecen algo confusos, según la documentación de que disponemos en la actualidad. Al parecer, su viuda, Calpurnia, llama por teléfono a su mejor amigo, Marco Bruto, y le explica entre sollozos la tragedia. Nada más colgar, Bruto se da cuenta de que esta muerte se puede manipular y ayudarle en su propia carrera política. Contrata por correo electrónico a un puñado de canallas y poco después entran todos en casa de César armados con espadas. Allí mismo rematan al cadáver mientras uno de ellos lo filma todo. El resultado lo cuelgan en You Tube tras sustituir las imágenes del baño por otras de los asientos del Senado. Al día siguiente toda Roma se ha enterado de la noticia y Marco Antonio promete, en un discurso televisado, castigar a los culpables.

Y comienza la guerra civil.

6 comentarios:

  1. Tienes ya un cierto subgénero de microrrelatos donde se cruzan lo clásico y las nuevas tecnologías (me acuerdo de aquella declaración de amor por sms). Alguna entrada como la de "A mano o a máquina" está también relacionada. Alguien, en algún lugar,leerá tu blog e introducirá un comentario en su flamante IPAD.

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  2. Para serte franco, éste es uno de los que menos me gustan. Lo de las nuevas tecnologías creo que es una mina por explotar; lo que pasa es que vamos por detrás de la técnica, también en la literatura.

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  3. Últimamente he reflexionado bastante -creo que te lo he comentado- acerca de la manipulación de la historia.

    Llevo a la conclusión de que a veces muchos historiadores -en función, en muchas ocasiones, de quien les paga- pierden tan de vista la objetividad como las cotillas y porteras cuando te narran la vida, obras y/o milagros de cualquier hijo de vecino.

    Al final resulta que lo que sabemos por boca de terceros cotillas o porteras puede tener el mismo grado de desviación de la realidad que la historia que nos enseñan.

    Todas estas reflexiones me hacen ser bastante más excéptico ante determinadas historias oficiales y bastante menos mitómano de lo que he sido antes.

    Saludos.

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  4. Te olvidaste de decir que el jabón había sido estratégicamente colocado por el sobrino Octavito, que tenía un peligro...

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  5. ¡Me has abierto los ojos Javier! Hay que ver lo engañados que hemos estado estos 2000 años. Si lo de Julio César fue así... ¿Qué no nos habrán colado del descubrimiento de América, de la Revolución Francesa, etc.?
    Je, je, je.
    Un abrazo amigo. Me he reido mucho.

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  6. ¿Quién sabe que pasó entonces? Yo no estaba. Bueno, fuera bromas (y ete microrrelato lo es), toda narración histórica tiene algo de manipulación en sus detalles, aunque pueda contar la verdad fundamental. Un abrazo a los tres.

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